El seleccionado argentino de vóleibol se quedó sin podio en la Liga Mundial al caer en el partido por el tercer puesto ante Polonia por 3-0, aunque tras ser la gran sorpresa del certamen.
Polonia se impuso por 25-18, 25-23 y 25-22 en su último partido en Gdansk, tras una hora y 18 minutos de juego. Con el cuarto puesto, Argentina consiguió su mejor posición en una Liga Mundial, con un equipo joven y de gran futuro, que a lo largo del torneo le ganó a potencias como Suecia e Italia, y clasificó holgadamente a las semifinales.

Argentina jugó su partido más flojo de los cinco que disputó en la serie final, y de ello dio cuenta el receptor punta Rodrigo Quiroga. “Jugamos por debajo de lo que lo veníamos haciendo. No se si fue por desconcentración o presión. Más allá de que Polonia jugó bien, a nosotros nos pesó el partido y no lo supimos manejar desde un principio”, sostuvo Quiroga al hablar tras el partido con el canal Espn.

El sanjuanino lamentó “no poder estar en el podio”, pero resaltó que “para nosotros el cuarto puesto es un gran logro”. Es que este juvenil equipo logró lo que nunca antes, llegar a semifinales de la Liga Mundial y bajar a grandes equipos.

El entrenador Javier Weber, que se jugó cambiando todo el equipo el año pasado, incluido al enorme Marcos Milinkovic, aguantó la opacidad en la primera Liga que afrontó este joven plantel y explotó en esta edición, dando cuenta que tiene equipo para un buen tiempo. Hoy Jakub Jarosz estuvo enorme, goleador del partido con 17 puntos, mientras que Bartosz Kurek marcó 14, igual cantidad que el argentino Facundo Conte.